martes, 16 de diciembre de 2008

En otro mundo

A veces siento que vivo en otro mundo, lo bueno de mi mundo es que no hay mentiras, las cosas son lo que son aunque algunas veces no me gusten pero puedo contar con que lo que son, por feas que sean, son. En mi mundo uno no se protege, uno es como es y aprende a aceptarse, a conocerse, a quererse y a gustarse y lo consigue, en mi mundo uno es responsable de si y consciente de lo que eso significa, en mi mundo la relación con los demás va en función de la relación con uno mismo, es un reflejo de la relación con uno mismo, en mi mundo la soledad es inevitable pero uno aprende a no tenerle miedo y a darse cuenta que uno es eso también porque en mi mundo todo es todo, lo bueno es malo y lo malo es bueno en mi mundo, así que en mi mundo lo grande es a su vez pequeño y lo pequeño es gigante y mediano y ancho a la vez que estrecho y para todo y todos igual. Lo bueno que tiene mi mundo es que todo tiene una razón de ser y que si se encuentra esa razón la angustia desaparece, a veces hay dolor pero en mi mundo el dolor no está mal visto ni se huye de él, tampoco se busca, se intenta evitar evidentemente pero comprendiéndolo y no negándolo. En mi mundo la diversión es estar en paz, sentirse querido y querer, celebrar y compartir, a veces con alguien y muchas veces con uno mismo. Donde yo vivo no hay sitio para las apariencias porque todo lo que no sea real no tiene sentido, aquí no importa lo que se es, aquí importa estar de acuerdo con lo que se es y saber defenderlo. Lo que se tiene en mi mundo es sólo SER, los bienes palpables existen sin duda pero importan en la medida en la que no condicionen al ser, son una herramienta, nada más. Cierto, mi mundo es duro y cruel tanto como suave y justo, ya dije que todo es todo en mi mundo.

No hay comentarios: