Bromear es un recurso interesante y peligroso, interesante cuando se usa para recrear el ánimo o ejercitar el ingenio y peligroso cuando uno se escuda en ello para decir medias verdades, ocultar complejos o mentirse sin temor a darse cuenta.
A mi me encanta bromear, recrear el ánimo y ejercitar el ingenio sin duda me atrae mucho pero desconfío de los bromistas porque la experiencia me dice que son más las veces que las bromas escudan que no ingenian.
Hay contextos en los que se puede bromear y hay contextos en los que bromear delata y cierto también que hay contextos en los que uno no tiene suficiente información para discernir, si hay la duda... mejor no bromear.
El ingenio de una broma depende en parte del contexto de la misma por lo que ignorarlo la pone inevitablemente en riesgo de ser mal interpretada que sería el fracaso de la diversión.
Mucha gente cree que no soy bromista, que no me gustan la bromas, que no me gusta bromear y no es así, me encantan las bromas no me gusta todo lo que no lo son.
A mi me encanta bromear, recrear el ánimo y ejercitar el ingenio sin duda me atrae mucho pero desconfío de los bromistas porque la experiencia me dice que son más las veces que las bromas escudan que no ingenian.
Hay contextos en los que se puede bromear y hay contextos en los que bromear delata y cierto también que hay contextos en los que uno no tiene suficiente información para discernir, si hay la duda... mejor no bromear.
El ingenio de una broma depende en parte del contexto de la misma por lo que ignorarlo la pone inevitablemente en riesgo de ser mal interpretada que sería el fracaso de la diversión.
Mucha gente cree que no soy bromista, que no me gustan la bromas, que no me gusta bromear y no es así, me encantan las bromas no me gusta todo lo que no lo son.
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